El Tándem Acupuntura y belleza es reciente en
occidente, pero en realidad es una extensión al servicio de la estética de una
práctica terapéutica que nació en la China milenaria.
Esta terapia empezó a
ponerse de moda en California, EEUU, entre las estrellas de Hollywood, y poco a
poco se ha ido extendiendo de manera inverosímil al resto del mundo al día de
hoy. Nueva York es el segundo centro de Acupuntura estética más grande Mundo, y
son miles los lugareños los que se han sometido a las agujas para tratar sus
arrugas y rejuvenecer su apariencia. Los resultados son increíbles y la gente
está contenta.
Porque la Acupuntura
estética es tan efectiva parece ser todavía un misterio. El doctor británico
Ralf Sepson, que trabaja con el Acupunture Group de Nueva York, sencillamente
nos dice: “no sabemos por qué actúa, los pacientes están convencidos de que
algo sucede y algo, efectivamente, les sucede”. Lo mejor es dejar a un lado la
mentalidad occidental, ya que explicar el funcionamiento de la Acupuntura
estética es querer imponer una lógica inútil a algo cuya efectividad y
resultado están comprobados. La verdad es que ningún investigador científico
convencional comprende en lo más mínimo qué es lo que hacen las agujas al ser
introducidas.
Según la Medicina Tradicional
China (MTC) cualquier enfermedad es el resultado de un desequilibrio entre las
fuerzas opuestas pero complementarias del Yin y el Yang. En el cuerpo las
agujas activan el flujo de energía, de manera que el equilibrio normal entre
estas fuerzas se llega a restablecer. El tratamiento para estirar el cutis
facial consiste en la inserción de 36 agujas súper finas (diámetro de un
cabello), en diferentes partes del cuerpo (cara, cuello, manos y piernas).
Estas agujas son tan finas que apenas se sienten al ser insertadas. Como dijo
un paciente: “Parecen la mini-picadura de un mosquito”. De acuerdo con el
estado en que se encuentre el cutis, las agujas se dejan de 5 a 10 minutos. Los
pacientes afirman no sentir ningún dolor y muchos hasta se duermen de lo mucho
que disfrutan del tratamiento.
En la Acupuntura estética las agujas no se colocan sólo sobre la zona o región del cuerpo exacto donde se manifiesta el problema, sino también (y en la mayoría de los casos) donde puedan influir (directa o indirectamente) sobre el mismo. Imagínese el cuerpo humano como una red ferroviaria con distintas paradas para trenes expresos y locales, y con algunas estaciones que tienen más conexiones que otras. Sólo así se puede entender cómo una aguja insertada a nivel de los gemelos en las piernas puede modificar el estado y complexión interno y externo del cuello